Espero que todos tengáis un calendario a mano, porque si no lo tenéis estáis tardando en cogerlo e ir marcando los días que podéis salir en bici en las próximas semanas, y decidiendo qué rutas hacer.
Estamos en esa ventana de primavera, previa a las alergias gordas, cuando se va el frío y que el campo está precioso. No dejéis pasar mucho tiempo, porque en cuanto os deis cuenta tenéis la chicharra cantando.
¿Por qué os digo esto? Pues porque hoy estoy deseando que salgan las fotos, ruta muy bonita, donde estoy seguro que habrá alguna foto que bien valdría para incluirla en los fondos de escritorio del nuevo windows.
La ruta tiene todo el desnivel concentrado en los primeros treinta kilómetros, de ahí que es de las de salir sin pensar en medias ni historias, disfrutar del campo, de las vistas y de los senderos que se van tomando conforme avanza la ruta.
Hemos ido los cuatro compañeros muy pendientes unos de otros, con caricias y cariños incluidos, tan bueno teníamos el carácter hoy que hasta hemos recogido a dos desarrapados por el camino y hasta nos hemos dejado guiar por ellos, y eso que traían una pinta propia de darnos un palo y robarnos las bicis. Y yo al canijo corriendo por el campo no lo cojo ni aunque vaya cargando cuatro bicis a la espalda.
Charla, segundo tiempo, carne mechada y fichando en casa para no perder puntos.
Gracias por la ruta a Pepote y a los compañeros por la buena mañana. Volveré a la zona. Dani (Chorbo).
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