lunes, 25 de agosto de 2014

BTT Villamartín-Bornos 23-08-2014

Buena salida con Danirube y Canijo. Ruta mayoritariamente rodadora, con poco desnivel (de ahí que era media) pero agradable, divertida y con algunos toques que le dan su punto, como los senderos por los que se ruedan, algunos con arenales de por medio, la zona del pantano (muy bonita), un par de trialeras no incluidas originalmente, cortesía de Canijo, etc... Al final quedó una rutita bastante apañada, 62 Km. Lo mejor, volver a rodar por el campo con estos dos compañeros, que desgraciadamente lo hago de tarde en tarde... El segundo tiempo fenomenal, comida rica y sobre todo barata en la Venta de la Cooperativa del Campo de Villamartín. Pepe Méndez.

domingo, 24 de agosto de 2014

Barranco Rio Verde 10-08-2014

Tras pegarnos el madrugón allí en el aparcamiento de la venta al final de Otivar, nos fuimos a la berja y llegamos los primeros, aunque minutos mas tarde aquello se llenó de coches... Dormir poco había servido para quitarnos todas las empresas que venían a este clásico que, en domingos de verano, se convierte en la Romería de Otivar. Tras terminar la combinación, nos encontramos un Río Verde flojito de agua pero tan disfrutón como siempre,y entonces, llegó el plato fuerte de Río Verde: La famosa Y Griega la cual descendimos "casi" sin problemas. Después de resolver algún alondramiento inesperado con un 8 bien montado por cierto (y si, los alondramientos de 8 existen) se escuchó un elicóptero de rescate que había venido a llevarse a un barranquista que había saltado en el lugar equivocado... Vaya día más completito. Por último, nos fuimos a la poza a disfrutar saltando el romero. Lamento comunicaros, que la próxima vez que lleguéis a esa poza ya no habrá romero pues entre los integrantes de este grupo se encontraba un jardinero y decidió podar el romero mientras realizaba un salto, no sin antes perfumarse con su esencia. Por último y como siempre terminan estas quedadas, nos fuimos a una venta y nos bebimos unas buenas birras, hablando de los momentos recién vividos y disfrutando de la compañía de los que nos conocemos y de los recién conocidos. Nos vemos pronto amigos! Sixto Roller.

sábado, 23 de agosto de 2014

Cuevas de la Excéntrica y Cascada en el acantilado de Maro 09-08-2014

Después de quedar en la venta de Algodonales, realizar el ritual del desayuno y llegar a Igualeja, nos dispusimos a subir la tremenda cuesta en búsqueda de la Cueva de Fuensanta. A pesar de llevar el track, que trabajo nos costó encontrarla. Ya va siendo tradición lo de arañarse las piernas antes de encontrar el boquete. Luego, seguimos avanzando hacia dentro, apreciando las diferentes formaciones y la propia progresión por la cavidad. Incluso apareció un amiguito. Luego deshicimos el camino de subida para cambiar de la Cueva de Fuensanta a la Excéntrica, un poco más divertida que la anterior. Y también era muy bonita. Una bonita jornada de espeleo entre amigos, unos descubriendo este deporte y otros reencontrándose con esta actividad que tanto nos gusta. Tras la cerveza de rigor en el bar que está junto al nacimiento del Genal (qué rico estaban esos montaditos) nos dirigimos a Otívar para pasar allí la noche y madrugar para entrar temprano en Río Verde. Por el camino, algunos nos paramos en el Acantilado de Maro para rapelar su magnífica cascada. Tras instalar el repartidor en la cabecera, procedemos a descender la bella cascada, fraccionada en dos puntos, aunque si el caudal no es alto, se puede bajar sin fraccionar, sin duda, un regalo para la vista. Ya por último, nos tocó nadar 400 metros hasta la orilla, de noche y con la luna llena. Tras llegar a una playa llena de tiendas de campaña y moragas con sus espetos, hicimos el retorno y nos fuimos a dormir a Otivar, satisfechos de haber vivido esta experiencia. Sixto Roller.

viernes, 22 de agosto de 2014

Senderismo Rivera del Hueznar 07-08-2014

Partimos cinco aventureros: Javier, Judith, Mario, Cosita y yo, Patricia. No es que el destino fuera difìcil, es que salir a andar en agosto suena a riesgo. Desde El Martinete, en San Nicolás del Puerto nos metimos en el Huéznar para no salir en cinco horas, atravesamos piedras, zonas con el agua a los tobillos y zonas con el agua sobre nuestras cabezas. Judith iba en avanzada y nos pasamos las mochilas (era muy importante defender los bocatas del agua), estuve a punto de ahogarme un par de veces: de risa! cada vez que el agua me cubría me ponía a dar botes y eso me hacía reír, así que cuando mis compañeros escuchaban las carcajadas y el "glu glub" se prestaban a ayudarme y reír juntos. Una vez llegamos al camping esperamos la bajada del sol y volvimos andando hasta El Martinete. Volvimos a Sevilla con una escala gastronómica en cazalla para reponer fuerzas, con algunos rasguños y un buen puñado de anécdotas Agradecida y feliz, no veo la hora de repetir el paseo. Patricia.

Barranco de Trevelez 02-08-2014

El pasado sábado, un buen grupo de amigos de distintos clubes (creo que éramos 9) nos reunimos para realizar el descenso del barranco de Trevélez. LLegamos ya tarde, anocheciendo, así que no pudimos comprobar cómo estaba el caudal en su salida, bueeeeeeno, confieso, fue eso, que era de noche cuando llegamos y que cuando aparcamos en la zona de acampada, ya estaban allí dos compañeros con una garrafita de Pedro Ximenez en mano....¡¡¡ quién se va a poner a mirar caudales ni cosas por el estilo !!! Por la mañana, bien tempranito, y antes de que el sol haga acto de presencia, nos pegamos un memorable desayuno y tiramos 'toooo parriba".. directos a la cabecera del barranco. Las previsiones de tiempo eran "perfectas".... por supuesto, es estas fechas nadie esperaba lluvias, y el caudal según otras crónicas recientes era muy asequible.. Todo apuntaba a que iba a ser un descenso de "entretenimiento y disfrute". Efectivamente nada más bajar desde el lugar conocido como Puente de Palos (o lo que queda de él) pudimos comprobar que el caudal iba a ser bajo, el agua en la poza de inicio no superaba la rodilla, así que iba bajito, bajito.... El descenso, durante la primera hora, lo hicimos muy tranquilos, sin prisas, disfrutando cada instante, explicando a los compañeros cómo y dónde se complica el barranco cuando el caudal va mucho más alto, y como evitar estas trampas. Poco a poco, y de manera gradual, empezamos a notar una anormal sucesión de caídas de pequeñas piedras, algo que achacamos al posible movimiento de animales sobre nuestras cabezas, otro compañero nos dijo que a uno pocos metros de él, una roca de considerable tamaño había caído. No era normal esa asiduidad de caídas, pero la explicación de los animales no cuadraba, ya era demasiado tiempo y lugares muy distantes.... Cuando estuvimos en una zona donde pudimos mirar hacia arriba con más amplitud, pudimos comprobar que se había desatado un fuerte viento, que aunque abajo en el barranco no era perceptible, arriba movía con bastante virulencia los matorrales y árboles. Esta era la causa que estaba provocando la gran cantidad de piedras que estaban cayendo. Nos encontrábamos en la zona más abrupta y complicada de avanzar en el barranco, justo en el rapel donde hay que instalar un pasamanos para alcanzar la instalación para pasar una oquedad que hay entre dos enormes piedras encajonadas entre las estrechas paredes. Rafa estaba en cabecera, y el resto del grupo estaba sobre la primera gran roca esperando el turno cuando una sucesión de pequeñas piedras empezaron a caer justo sobre nosotros, inmediatamente otro grupo de piedras, pero estas de mucho más tamaño empezaron a caer sobre nosotros, unos tuvimos tiempo de apartarnos y pegarnos a las paredes, pero un compañero no tuvo tiempo y una roca del tamaño de un balón de fútbol le rozó el casco, produciéndole una herida en forma de 7 y un ligero aturdimiento. Ví como otras rocas impactaron sobra la piedra en la que se encontraba el grupo a escasos cm de los dedos y manos de otros compañeros. ¡¡¡ Se me pusieron los pelos de punta !!! La consigna fue clara "que nadie se separe de la pared y que al que le toque rapelar, que lo haga rapidito, que teníamos que salir de esa zona de desprendimientos lo más rápido posible" El viento arreciaba y la caída de pequeñas piedras y guijarros se aceleraba, podíamos ver como según avanzábamos cientos de pequeñas piedras iban cayendo a nuestro alrededor, incluso un servidor y otros dos compañeros fuimos alcanzados en el casco por alguna. Finalmente salimos del barranco, e incluso en la zona para cambiarnos, junta a la estación eléctrica seguían cayendo las piedras. Así que nos fuimos a la zona del coche rápidamente y sin lavar los neoprenos en la limpias aguas del Poqueira. Más tarde nos fuimos al pueblo de Órgiva y allí remiré las previsiones meteorológicas de la zona. Estaba claro, había cometido un fallo. Siempre miro las previsiones, la posibilidad de lluvias y de tormentas locales, pero no me había fijado en el viento, ése día, un frente de borrascas estaba entrando por el norte de España y eso nos iba a mandar vientos, en concreto las previsiones daban vientos de 30km/h con rachas de igual velocidad. Así que ¡¡¡¡ OJO AL DATO !!!! En barrancos como el Trevélez y el Poqueira, estrechos y rodeados de material como la pizarra, el esquisto y similares fácilmente disgregables, hay que tener mucho cuidado con la previsión del tiempo, y en concreto con un factor que los barranquistas no suelen mirar, el viento. Vientos y/o rachas de 20km/h o más, hacen desaconsejable su descenso. Nos vemos cuerdeando. Juanma Font.