lunes, 29 de septiembre de 2014

Senderismo Circular Monte Huma 28-09-2014

Hola a todos. Esta ha sido mi primera ruta de senderismo con SevillActivA, con Mario y con los demás participantes en la activad, así que como debutante me ha tocado hacer la crónica, así que aquí voy. La ruta estaba propuesta para el sábado pero debido a la inestabilidad del tiempo se pasó al día siguiente domingo y así intentar evitar la lluvia que las predicciones meteorológicas daban como segura el sábado y no el domingo. A posteriori, se puede decir, que se podía haber hecho los dos días perfectamente, “ no te puedes fiar ni de las mejores predicciones meteorológicas”. El cambio de fecha desgraciadamente ocasionó la baja de varias personas que pudiendo venir el sábado no pudieron el domingo, por lo que de quince pasamos a ser siete: Mario, Yoli, Carlos, Ana Salinas, Ivone, Diego y yo. El punto de partida fue a las 8 de la mañana en la gasolinera de BP de Montequinto, salimos con retraso pues no teníamos claro quien más venía y si teníamos que esperar a alguien más pues creo hubo gente que se dio de baja de la ruta sin avisar. El punto de concentración era el restaurante “la Garganta” en el Chorro a las 10:30 pero llegamos con una media hora de retraso. Así que el comienzo de la ruta se retrasó, pero vino bien pues justo un rato antes de nuestra llegada Mario nos comentó que había caído una buena tromba de agua, así que nos escapamos de una mojada segura. Como se suele decir “no hay mal que por bien no venga”. Nos preparamos y comenzamos la ruta pasada las once y con la amenaza sobre nuestras cabecitas de que en cualquier momento podía de nuevo descargar. La ruta comienza atravesando el Chorro en el bellísimo paraje del Desfiladero de los Gaitanes en pleno corazón de Málaga y muy cerca del famoso “Caminito del Rey” en reconstrucción. Los primero kms se sigue un sendero o pista forestal muy claro que estaba indicado como “Haza del rio” el cual zigzagueando entre un bosque de pinos va poco a poco ascendiendo. La pista se abandona en una curva donde hay unos hitos de piedra a la izquierda. Nosotros nos lo pasamos pero y unos metros después vimos otra salida y la tomamos que nos llevó al camino correcto. Tanto Mario como Carlos llevaban gpss y no había pérdida pero sí hubo una pequeña discrepancia en qué camino coger, pero Mario impuso su jerarquía para que no hubiera más malos entendidos. A partir de aquí todo fue como la seda. Tanto en este sendero como el anterior teníamos que tener mucho cuidado para no caernos, cosa que ocurrió pero que no dejó de ser meros culazos, por culpa del barro, el suelo estaba mojado y embarrado. Sin más incidencias fuimos ascendiendo por un cortado en una pared vertical y en dirección a un grupo de árboles que se veía más arriba. En el camino pudimos ver un rebaño de cabras montesas y varios buitres leonados sobrevolando nuestras cabezas, insistí en que nos moviéramos para que no nos tomaran por carroña y nos dieran un picotazo, es broma. Esta senda nos condujo hasta una escalera de piedra tallada en las rocas y que aprovecha la falla y así poder salvar estas paredes, aunque se puede hacer la ruta siguiendo el camino que llevábamos, merece la pena buscar la llamada "escalerilla árabe" (que no es árabe, si no de los años 20) y contemplar las vistas que se van abriendo desde aquí, ya que habíamos cogido bastante altura. Una vez subida la escalerilla se llega a un llano conocido como “la peña de Flandes” fuimos girando hacia la derecha viendo de frente un cortijo y por encima se vía el peñón por donde más adelante teníamos que seguir. Atravesamos unos campos arados y otros con almendros y olivos donde hicimos un pequeño descanso para reponer fuerza, beber y picar algo. Unos metros después tomamos con dos señores de las finca que estaban recogiendo almendras como se hacía a la vieja usanza, es decir, vareando el almendro y recogiéndolas del suelo a mano y al saco. Hablamos con ellos del tiempo, del precio de las almendras y de la caza, pues estaban preocupados porque decían que les querían prohibir cazar, en fin ese es otro tema. Continuamos ascendiendo por el terruño arado y llegamos a un camino que cogimos a la derecha y a unos metros, por lo que hay que estar atento para no pasárselo, hay una veredita a la izquierda señalada con un hito. A partir de aquí va ascendiendo la sierra entre palmitos, fuimos ganando altura rápidamente para salvar la tercera y última pared. Giramos hacia la derecha siguiendo un senderito y fuimos a parar a una grieta en la pared como forma escalonada, pero esta vez creo que es producto de la naturaleza y de las torrenteras de agua. Allí hicimos otro breve receso recrearnos en las vistas del pantano de una chimenea de la central eléctrica del pantano y para tomar otro buche de agua y picar algo. Pues no he dicho que el día poco a poco se abrió, salió el sol y no que pasáramos mucho calor pero hacía bochorno y estábamos sudando bastante y por tanto perdiendo mucho líquido que había que reponer. Ya nos quedaba poco para hacer sima, estábamos en la meseta de la Huma, de casi 1 km. Íbamos andando por un vértice desde donde teníamos una maravillosa vista a todos lados, difícil de describir con palabras. Desde allí se veía la sierra de Abdalajís, con el pico la Capilla y la Sierra de la chimenea, con el Camorro Alto, y los Embalses Guadalteba-Guadalhorce. Llegamos al vértice geodésico sobre las 15:00 y estábamos en el punto más alto (1.191 metros) y desde donde se podían contemplar picos de Málaga, Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada. Allí, y tras tomar unas cuantas fotos, bueno concretamente durante toda la ruta las fue tomando Carlos, hicimos un merecido descanso, nos resguardamos en la cara norte pues hacía frio y unas nubes amenazadoras nos estaba cubriendo; nos tomamos un bocata, fruta y otras viandas, incluso Ivone traía café calentito, yo no soy cafetero, pero me pareció todo un lujo para el que le guste. No tardamos mucho en iniciar la vuelta ya que empezó a chispear y en parte de la bajada la lluvia fue un poco más intensa pero sin llegar a empaparnos. Aquí Mario y Carlos nos dieron muestras de que hombre preparado vale por dos y sacaron sus paraguas, gente lista. Yo llevaba mi triste chubasquero y gorrita. La vuelta la hicimos por otro lado, por el lado opuesto por el que habíamos llegado al Huma, dando un rodeo y dejándonos caer creo que por el Este. Siendo la vuelta más sencilla y rápida sin mucho que reseñar excepto que todos teníamos mucha sed y nos hubiéramos bebido algunos de los pantanos que veíamos a lo lejos. La vuelta al Chorro fue sobre las 17:45 minutos más o menos, a muy buena hora. Los que pudieron se cambiaron de ropa sudada y/o mojada, y las botas y fuimos al restaurante la garganta. Pero Mario nos ofreció enseñarnos unas ventas que hay pasado el Camping de Alora, cerca de la presa y así que hacía allí nos dirigimos. Después de tomar unas cervezas, coca-colas, helado, palmera de chocolate, montaditos de carne mechada y manteca, aceitunas etc. Dimos por terminado el día y cogimos los coches para volver a Sevilla. Resumiendo esta es una de las rutas más entretenidas que he podido hacer en la provincia de Málaga, el ambiente en el grupo fue extraordinario, todos fuimos charlando y conociéndonos durante el día y hubo varias y entretenidas conversaciones entre todos. La recomiendo a todo el mundo, pasamos un día genial y la montaña no paraba de darnos sorpresas ya que es una ruta que cambia en varias ocasiones de tipo de terreno. Eso sí hay que estar en forma ya que la ruta no es llana para nada, es toda lineal ascendente o descendente, y pasa por varios puntos donde había que usar las manos para continuar ascendiendo, por lo que tiene cierta dificultad que debe cada participante valorar en su condición física. Y llevar mucho líquido. En total fueron entre 16 ò 17 kms más o menos, y superamos un desnivel positivo de unos 1050 metros. Gracias Mario y a los demás y hasta la próxima. Ginés

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